Cae el sol sobre un cementerio de la planicie mexicana que es, en realidad, un escenario construido en España. Tres protagonistas se enfrentan, cada uno en una esquina del tablero, en un duelo final para quedarse con el botín. En el más icónico y divertido Spaguetti Western que existe, solo comparable a las otras dos películas de la trilogía, no hay ninguna duda acerca de quién es quién. Los roles son claros desde las primeras imágenes de la película: El bueno, el feo, el malo. Y todos sonreímos cuando el bueno, nuestro querido Clint Eastwood, se sale una vez más con la suya. Nos hace felices porque nosotros también somos buenos y nos identificamos con él. Fin de la historia. Seguir Leyendo
Enric miró los precios por segunda vez y torció el gesto. Las rebajas prometidas eran una farsa. Valían lo mismo que la semana anterior. Empezaba a pensar que lo de las ofertas del viernes negro era una estafa.
Aun así, puso dos de las más baratas en el carrito de la tienda virtual con la esperanza de durante esa semana bajaran algo más de precio. Era consciente de que con su sueldo de maestro no se podía permitir pagar ese dineral y pretender comer después.
Iba a dejarlo ya, pero de repente, el programa le empezó a bombardear con ofertas parecidas. “No te quedes sin la tuya”, “Las mejores están a tu alcance” “No te lo pienses demasiado”, “no te arrepentirás”, “Solo nos quedan tres”, “Serás el único en no tener una…”. El algoritmo atacaba de nuevo. Seguir Leyendo
Ucronía – Qué hubiera pasado si…
En literatura fantástica se llama punto Jonbar a esa circunstancia o acontecimiento que hace que la línea temporal se bifurque. El momento en que todo cambia. Es el guijarro que abre una brecha y separa la realidad (conocida) de la nueva realidad. Es especialmente usado en las narraciones sobre viajes o saltos temporales.
La Ucronía especula sobre realidades alternativas. Emerge una línea temporal en la que los hechos históricos no ocurrieron o lo hicieron de forma diferente.
Me encanta leer relatos antiguos de ciencia ficción y terror, sobre todo los de los años 50-60. La ficción es un reflejo de su tiempo y adentrarse en las líneas de un autor de otro tiempo es también un ejercicio histórico interesante.
Esa década en concreto, época de dominación americana desde se nos vendía, desde el país del tío Sam, un estilo de vida, american way of life, en el que los hombres trabajaban en la gran ciudad, pero residían en urbanizaciones donde les esperaban mujeres sumisas y complacientes, un par de niños y, habitualmente también, un perro. Estás idílicas suburbias americanas que, a diferencia de los suburbios europeos, se reservaban para blancos, anglosajones de clase media, escondían debajo mucha frustración y violencia reprimida y han dado lugar a miles de películas y relatos. Seguir Leyendo
Cuando Gemma me propuso participar como redactora en su web, me encantó la idea, pero cuando me dijo que hablaría de ciencia ficción y distopías, me temblaron las piernas. No me considero experta en ciencia ficción, pero sí que soy una entusiasta de las realidades alternativas fantásticas. La responsabilidad del reto era importante.
Pero me lancé de cabeza. Seguir Leyendo