Sakyar, aquel que todo es, al percatarse de que sus dos bienamadas creaciones, a las que denominó hijos, habían iniciado una cuenta atrás que ni siquiera él podía detener, se preocupó en exceso.
Fue entonces, por tercera vez, que una parte de sí mismo se separó, dando origen a la última de las altas dimensiones.
Así emergió Syrbelennya, la tercera dimensión, también conocida como Syrbeandialaengare en su manifestación divina. Tres invocaciones distintas unidas bajo el mismo nombre y en tres lenguas ancestrales pronunciadas.
Una vez que cobró vida, la Diosa de la Lucha Perpetua, con la plenitud total de su fuerza al nacer, se expandió, detonando y generando el universo llamado Equilibria.
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